viernes, 14 de octubre de 2016

OLOR A ASSAD

OLOR A ASSAD 


En un reciente reportaje a un medio ruso, Assad acaba de explicarnos cosas singularmente importantes. La primera de ellas es que añora la época de cuando existía la Unión Soviética. En ese entonces, al ser los imperialismos dos, uno podía negociar y sacar algún provecho personal. Pero ahora si no haces lo que te dice el norteamericano estás obligado a irte y renunciar. Pero por suerte  gracias a Putin, a quien ha convocado a invadir su país para 'defenderlo', las cosas ya son diferentes y ha vuelto la normalidad. Lo segundo consistiría en que nos decidiésemos de una buena vez a aceptar que el dilema  que tiene nuestra especie es la de ser ruso o norteamericano o, utilizando el léxico chic de la pajaronada, eres atlantista o euroasiático, pues de lo contrario no eres nada y como ni la nada ni el infierno existen, si persistes en tu testarudez te conviertes en 'un peligroso agente de los norteamericanos. El fundamentalismo islámico sería pues como el trotskysmo de la época de Stalin. El que no estaba con Moscú como los trotskystas mentía cuando decía que era también antinorteamericano; era un 'social imperialista' que merecía todos los castigos imaginables. Pero la diferencia que existe en la tercera guerra mundial anunciada por Assad respecto de la segunda, estriba en que que si Trotsky pudo vivir en Méjico con la indiferencia de los EEUU y de manera pública siendo asesinado finalmente por Stalin, a Bin Laden y al fundamentalismo, el nuevo social imperialismo al servicio de lo yanqui según Putin, son ellos mismos los que se encargan de eliminarlos y no Putin. Es que los tiempos nuevos precisan de grandes eruditos montajistas, como el mismo Assad, que nos despabilen respecto de nuestra realidad de marionetas que no queremos ver ni aceptar. Del mismo modo que lo que sucede con los habitantes de Aleppo que, por no querer renunciar al prometido viaje a Disneylandia, obligan a ser asesinados y destruidos por las convincentes y pacificadoras bombas rusas. No nos tomes por boludos Assad.

No hay comentarios: